Por: Juliana Barrera C.
“El buen médico trata la enfermedad; el gran médico trata al paciente que tiene la enfermedad.” William Osler
Recientemente la humanización en la prestación de servicios de salud se ha convertido en tendencia. Muchos prestadores han decidido capacitar y entrenar al personal de salud en aquel tipo de cuidado en el que los pacientes vuelven a ser vistos como seres humanos. Muchos otros han divulgado campañas publicitarias haciendo énfasis en el trato a sus pacientes describiéndolo como un servicio humanizado. Pero, la humanización en los servicios de salud es mucho más que un práctica o política de moda. Es un aspecto trasversal que involucra el deber ser de los cuidados a los pacientes y el fortalecimiento de habilidades blandas en quienes prestan los servicios de salud. En este artículo abordaré una habilidad de comunicarse y su importancia en la humanización en los servicios de salud.
La habilidad de comunicarse es una de las habilidades blandas por excelencia y es fundamental en la prestación de servicios de salud con enfoque de humanización. La importancia de esta habilidad en el mencionado campo quizás radica en el hecho en que la atención de pacientes implica que una de las partes tiene el conocimiento, la información y la responsabilidad de transmitir a otro información sobre su estado de salud.
Así pues, la comunicación en los servicios de salud es más que transmitir información veraz, precisa, exacta y completa. En este campo, las habilidades comunicativas, verbales y no verbales, del personal de salud tendrán un impacto en el estado del paciente y seguramente de su familia. No será lo mismo hablar en un tono cálido, cercano, tener una actitud de servicio y establecer una conexión con el paciente, que entregar la información sin ninguna emoción. Es ese trato humano el que hará la diferencia en el proceso de atención a los pacientes. Algo tan simple como un saludo sincero, consciente y presente podrá influir en el estado anímico de un paciente.
La habilidad de comunicarse también tendrá un impacto en la ejecución de las labores como parte de un equipo de trabajo. Este impacto será positivo cuando el dialogo es eficiente y efectivo, por ejemplo, la entrega precisa de instrucciones evitará reprocesos y un desgaste en el equipo de trabajo. Esto facilitará la prestación de servicios de salud al contribuir en la ejecución de procesos e influir positivamente en el clima laboral.
Bien decía Louis Lasagna que “la medicina no sólo es ciencia, sino también arte, y que la calidez humana, la compasión y la comprensión pueden ser más valiosas que el bisturí del cirujano o el medicamento del químico.” Así, cada profesional de salud tendrá la oportunidad de dejar transformar la forma en la que trata a sus pacientes.